
Barahona,.– El partido Fuerza del Pueblo (FP) alertó sobre el grave deterioro del sistema sanitario en la región Suroeste del país, al calificar su situación actual como “crítica” y “en estado agónico”, al cierre del primer trimestre del presente año.
En una nota firmada por el doctor Rafael Sánchez Shanlatte, ortopeda y vicesecretario de la Secretaría de Salud del partido, la organización política advierte que la salud pública en la provincia de Barahona atraviesa una crisis sin precedentes, marcada por la falta de infraestructura adecuada, escasos recursos, y una grave desatención por parte de las autoridades.
Hospitales en remodelación y servicios improvisados
La provincia cuenta con siete hospitales, de los cuales cinco son municipales, y dos se encuentran en remodelación desde hace más de dos años: Enriquillo y Vicente Noble. Debido a la falta de instalaciones adecuadas, los servicios médicos en estas demarcaciones se están ofreciendo en casas alquiladas, lo que afecta gravemente la calidad asistencial, especialmente en zonas costeras como Paraíso y Enriquillo, así como Oviedo, perteneciente a Pedernales.
Jaime Mota: un hospital regional al borde del colapso
En el caso del Hospital Regional Docente Universitario Jaime Mota, se destaca el colapso del sistema eléctrico, que ha dañado repetidamente el aire acondicionado central desde 2020. Esta situación ha obligado a instalar equipos tipo “split” que no cumplen con las condiciones sanitarias necesarias en áreas críticas como quirófanos, UCI y neonatología. Esto representa un alto riesgo de infecciones nosocomiales, convirtiendo al hospital en un posible foco de contagio en lugar de sanación.
Además, el personal médico se ve obligado a atender pacientes en pasillos, debido al intenso calor, lo que vulnera la confidencialidad de las consultas médicas. En muchas áreas del hospital los pisos están levantados o deteriorados, lo que facilita la acumulación de bacterias, especialmente en zonas como quirófanos y espacios prequirúrgicos.
Carencias de equipos e insumos
El Jaime Mota no dispone de tomógrafo, rayos X ni sonógrafos, por lo que los pacientes deben ser trasladados a centros privados o a Neyba para poder realizarse estudios esenciales. “Esto genera un gasto adicional para una población mayoritariamente empobrecida, que no encuentra en el sistema público una atención digna”, señaló Sánchez Shanlatte.
Asimismo, el centro carece de medicamentos e insumos básicos, obligando a los familiares a comprarlos en farmacias privadas. “La carga económica sobre los pacientes es insostenible, y a ello se suma la poca eficacia del Seguro Familiar de Salud (SFS), con una cobertura limitada que no responde a las necesidades reales de la población”, agregó.
Hospital Jaime Sánchez: promesas incumplidas
El hospital Jaime Sánchez, antiguo centro del IDSS, se encuentra en proceso de conversión a hospital materno, con una obra que debió entregarse en 18 meses, pero tras más de dos años de retraso aún no hay fecha clara de inauguración. A esto se suma el anuncio reciente de que ya no será un centro materno-infantil como se prometió, sino sólo materno, dejando el componente infantil en el Hospital Jaime Mota, que no cuenta con instalaciones adecuadas para pediatría.
Atención primaria desatendida
Por otro lado, la Fuerza del Pueblo denunció el estado de abandono de los centros de primer nivel de atención (CPN), muchos de los cuales carecen de mantenimiento, equipamiento, personal y servicios básicos. Señalan que las infraestructuras están deterioradas, sin bombas de agua, cisternas funcionales ni promotores de salud suficientes, lo que ha debilitado la prevención de enfermedades.
“Esto explica el aumento de casos de dengue y la aparición de brotes de cólera en municipios como La Ciénaga y Fundación, pese a que las autoridades intentaron minimizar la situación en su momento”, concluyó el vicesecretario de salud del partido.
La Fuerza del Pueblo exige a las autoridades sanitarias acciones inmediatas y concretas para revertir esta crisis y garantizar el derecho a la salud de los ciudadanos de Barahona y la Región Enriquillo, una de las más empobrecidas del país.
